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Un rincón para pensar

ARISTÓTELES

ARISTÓTELES

El sabio no dice todo lo que piensa, pero si piensa todo lo que dice.

La riqueza consiste mucho mas en el disfrute, que en la posesión.

Gracias a la memória se da en los hombres, lo que se llama experiencia.

Un amigo fieles un alma en dos cuerpos.

Saber es acordarse.

Los grandes conocimientos, engendran las grandes dudas.

No conocemos lo verdadero sí ignoramos la causa.

La única verdad es la realidad.

La verdadera causa final reside en los seres immobibles.

A fuerza de construir bien, se llega a ser un buen arquitecto.

DÓNDE VAN

DÓNDE VAN

Dónde van las luces que no duermen
y las palabras que nunca llegaron al papel,
se pierden sin remedio, florecen en secreto en el cielo pintado de cualquier atardecer.
Dónde van todos los sentimientos
cuando de repente se lastima un corazón
se escapan por la espalda lejos de las miradas o quedan solitarios para siempre en un rincón.
Dónde van los besos que olvidamos una vez
dónde están las marcas escondidas de tu piel.
A dónde van tus sueños, yo quiero ser el dueño, el tesoro más valioso cuidaré.
Dónde van las horas tibias del amanecer,
dónde van las manos si no acarician la piel.
Dónde van las sombras por la noche y las voces que nunca se llegan a escuchar
Se pierden el tiempo, se mezclan con el viento
y dejan que los lleve en un viaje sin final.
Dónde van las melodías, si en tu alma para ellas no hay lugar...

SIEMPRE HAY UN CAMINO

SIEMPRE HAY UN CAMINO

No pienses que la vida te devolverá
las cosas que perdiste por no valorar.
Es tan difícil ver lo que tan cerca está,
tú eres la Ilave que las puertas abrirá.
Siempre hay un camino y una forma de Ilegar,
piensa en el destino, hay tanto para dar.
Mirate bien por dentro y descubrirás
que todo en esta vida se nos puede dar.
Es tan dificil ver lo que tan cerca está,
tú eres la Ilave que las puertas abrirá.
Siempre hay un camino y una forma de Ilegar,
piensa en el destino, hay tanto para dar
y debes cuidarte, ya no te lastimes más,
piensa en el mañana y en lo que vendrá.
Debes buscarlo,
buscar lo que es mejor el mundo gira igual y nadie va a parar
No pienses que la vida te devolverá las cosas que perdiste por no valorar.

SOY DE LA GENTE

SOY DE LA GENTE

En la esquina de las flores con su aroma inconfundible y especial
Donde mueren mis dolores cuando el día va llegando a su final
Dime Dios por qué esta vida me despierta esa nostalgia de pensar
Si las cosas que se han ido se las lleva el viento y con ellas la felicidad
Soy de la gente, de la gente que no para de luchar
por un futuro diferente y que el sol alumbre a todos por igual
Soy de la gente, de los que nunca se cansan de pelear
con el sudor de mi frente cada día cuando salgo a trabajar
En mi alma los temores se despiertan cuando algo no anda bien
Tengo sueños de colores tan azules que no puedo comprender
dime Dios por qué esta vida me despierta esa nostalgia de pensar
Si las cosas que se han ido vuelan con el tiempo y con ellas la felicidad.
Soy de la gente, de la gente que no para de luchar
por un futuro diferente y que el sol alumbre a todos por igual
Soy de la gente, de los que nunca se cansan de pelear
con el sudor de mi frente cada día cuando salgo a trabajar
No queda mucho pora andar por un camino diferente
Por que la vida es mezcla de ilusión y risa, de dolor y pena, siempre es igual
Hey nunca te rindas, nunca eches pa' tras que la vida es una no más
No te rindas hoy, tú eres luchador, busca ser mejor que en la vida todo se aprende...

LAS HUELLAS DORADAS

LAS HUELLAS DORADAS

Martín había vivido gran parte de su vida con intensidad y gozo

De alguna manera su intuición lo había guiado cuando su inteligencia fallaba en mostrarle el mejor camino.

Casi todo el tiempo se sentía en paz y feliz, ensombrecía su ánimo, algunas veces, esa sensación de estar demasiado en función de sí mismo.

Él había aprendido a hacerse cargo de sí y se amaba suficientemente como para intentar procurarse las mejores cosas. Sabía que hacía todo lo posible para cuidarse de no dañar a los demás, especialmente a aquellos de sus afectos. Quizás por eso le dolían tanto los señalamientos injustos, la envidia de los otros o las acusaciones de egoísta que recogía demasiado frecuentemente de boca de extraños y conocidos.

¿Alcanzaba para darle significado a su vida la búsqueda de su propio placer?

¿Soportaba él mismo definirse como un hedonista centrando su existencia en su satisfacción individual?

¿Cómo armonizar estos sentimientos de goce personal con sus concepciones éticas, con sus creencias religiosas, con todo lo que había aprendido de sus mayores?

¿Qué sentido tenía una vida que sólo se significaba a sí misma?

Ese día, más que otros, esos pensamientos lo abrumaron.

Quizás debía irse. Partir. Dejar lo que tenía en manos de los otros. Repartir lo cosechado y dejarlo de legado para aunque sea en ausencia ser en los demás un buen recuerdo.

En otro país, en otro pueblo, en otro lugar, con otra gente, podría empezar de nuevo. Una vida diferente, una vida de servicio a los demás, una vida solidaria.

Debía tomarse el tiempo de reflexionar sobre su presente y sobre su futuro

Martín puso unas pocas cosas en su mochila y partió en dirección al monte.

Le habían contado del silencio de la cima y de cómo la vista del valle fértil ayudaba a poner en orden los pensamientos de quien hasta allí llegaba.

En el punto mas alto del monte giró para mirar su ciudad quizás por última vez.

Atardecía y el poblado se veía hermoso desde allí.

Por un peso te alquilo el catalejos

Era la voz de un viejo que apareció desde la nada con un pequeño telescopio plegable entre sus manos y que ahora le ofrecía con una mano mientras con la otra tendida hacia arriba reclamaba su moneda.

Martín encontró en su bolsillo la moneda buscada y se la alcanzó al viejo que desplegó el catalejos y se lo alcanzó.

Después de un rato de mirar consiguió ubicar su barrio, la plaza y hasta la escuela frente a ella.

Algo le llamó la atención. Un punto dorado brillaba intensamente en el patio del antiguo edificio.

Martín separo sus ojos del lente, parpadeó algunas veces y volvió a mirar. El punto dorado seguía allí.

Qué raro - exclamó Martín sin darse cuenta de que hablaba en voz alta.

¿Qué es lo raro?, preguntó el viejo

El punto brillante, dijo Martín, ahí en el patio de la escuela, siguió, alcanzándole al viejo el telescopio para que viera lo que él veía.

Son huellas, dijo el anciano.

¿Qué huellas?, preguntó Martín.

Te acordás de aquel día... debías tener siete años; tu amigo de la infancia, Javier, lloraba desconsolado en ese patio de la escuela. Su madre le había dado unas monedas para comprar un lápiz para el primer día de clases. Él había perdido el dinero y lloraba a mares, contestó el viejo. Y después de una pausa siguió, ¿Te acordás lo que hiciste?. Tenías un lápiz nuevito que estrenarías ese día. Te arrimaste al portón de entrada y cortaste el lápiz en dos partes iguales, sacaste punta a la mitad cortada y le diste el nuevo lápiz a Javier.

No me acordaba, dijo Martín, Pero eso ¿qué tiene que ver con el punto brillante?.

Javier nunca olvidó ese gesto y ese recuerdo se volvió importante en su vida.

¿Y?

Hay acciones en la vida de uno que dejan huellas en la vida de otros, explicó el viejo, las acciones que contribuyen al desarrollo de los demás quedan marcadas como huellas doradas...

Volvió a mirar por el telescopio y vio otro punto brillante en la vereda a la salida del colegio.

Ese es el día que saliste a defender a Pancho, ¿te acordás?. Volviste a casa con un ojo morado y un bolsillo del guardapolvo arrancado.

Martín miraba la ciudad.

Ese que está ahí en el centro, siguió el viejo, es el trabajo que le conseguiste a Don Pedro cuando lo despidieron de la fábrica... y el otro, el de la derecha, es la huella de aquella vez que juntaste el dinero que hacía falta para la operación del hijo de Ramírez... las huellas esas que salen a la izquierda son de cuando volviste del viaje porque la madre de tu amigo Juan había muerto y quisiste estar con él.

Martín apartó la vista del telescopio y sin necesidad de él empezó a ver cómo, miles de puntos dorados aparecían desparramados por toda la ciudad.

Al terminar de ocultarse el sol, el pueblo parecía iluminado por sus huellas doradas.

20 PASOS HACIA ADELANTE

20 PASOS HACIA ADELANTE

1- Conócete a ti mismo

2- Sé autónomo

3- No intentes ser bueno en todo (riete 1° de tus defectos)

4- Nadie triunfa sin ser amado (saluda, agasaja, sonríe)

5- Informate (pero no sobreinformado)

6- Actualiza lo que sabes

7- Equípate (descarta lo preconcebido, se creativo)

8- Organiza tu tiempo y respeta el tiempo ajeno

9- Cuida tu imagen (aprende a vender)

10- Mejora el promedio

11- Rodéate de las personas adecuadas

12- Asume riesgos evaluados

13- Cuídate de las adicciones (también al trabajo)

14- No derroches tu tiempo (invierte en tu futuro)

15- Negocia lo que te conviene y no cedas mas allá de ello

16- Dí que si cuidándote, dí que no cuidando al otro

17- Aprende de tus fracasos (o volverás a fracasar)

18- Si lo crees necesario pide ayuda

19- Vuelve a empezar tantas veces como sea necesario

20- No dudes en el resultado final.