CONFUCIO II

* Aprende a vivir y sabrás morir bien.
* Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos.
* Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo.
* Gobernar es rectificar.
* Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso.
* Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.
* La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.
* El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud.
* La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.
* El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.
* Donde hay educación no hay distinción de clases.
* Aprender sin reflexionar es malgastar la energía.
* Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles.
* No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una .
* La naturaleza humana es buena y la maldad es esencialmente antinatural.
* El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa.
* Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas.
* Es más fácil apoderarse del comandante en jefe de un ejército que despojar a un miserable de su libertad.
* Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona.
* ¿Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?.
* Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.
* Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.
* No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa.
* Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil.